David Robledo Perlado

David Robledo Perlado

David Robledo

«Divino»

El pasado jueves 14 de septiembre, arrancamos el curso 23/24 de Héroe® con la visita de un “camarero especializado en vinos”.

Y es que así definió su profesión David Robledo, el gran sumiller quien, a pesar de llevar toda una vida eligiendo el vino más adecuado para cada persona, en cada momento y en cada situación, nos dejó claro que en esta vida hay que ser agradecido (porque decir GRACIAS es gratis), tener los pies en el suelo y no olvidar de dónde venimos. 

Fotografía: Rafael Parra

David, cuyo destino profesional parecía que iba a ser la filología, descubrió un verano, en el que comenzó a trabajar como camarero en Segovia para sacarse un dinerillo, su verdadera pasión. Y eso que en la época de la que estamos hablando, ser camarero era algo destinado para los que no servían para estudiar, porque, ¿A que tú también piensas… para tirar cañas o hacer un café hay que estudiar?

Pero David se la jugó y, a pesar de que le veían como un bicho raro, no se arrepiente de esa decisión que le cambió la vida, le ha dado muchas alegrías, ha viajado, aprendido y le ha permitido ser feliz. Eso sí, el camino no ha sido fácil y ha estado lleno de esfuerzo e ilusión. Porque ya que lo hacía, lo tenía claro: él quería trabajar en la élite, ser el número 1, y eso no se regala. Por eso nunca se cansó de hacer prácticas (no remuneradas) en los mejores restaurantes (Arzac, Zalacaín…), siendo consciente que lo más importante que se llevaría de esos grandes templos de la restauración no era el dinero, sino un aprendizaje que muy pocos en todo el mundo podrían llegar a tener.  

David siempre ha sido un tipo con muchas inquietudes: dirige una pequeña distribuidora de vinos, se dedica a la docencia y tiene una empresa de consultoría gastronómica. Pero él es camarero y por eso sigue abriendo botellas y contando historias sobre el vino, lo que realmente le hace feliz.

Y ese fue su mensaje principal: que luchemos por dedicarnos profesionalmente a “eso” que nos haga felices. Además, nos dejó otro gran consejo, de una gran complejidad detrás de una aparente simpleza: 

“Comed y compartid con los demás”

Aprovechó esta frase para defender a la familia como pilar de nuestra sociedad, ya que son los que están siempre ahí, a las duras y las maduras, como los buenos amigos, a los que nos animó a conservar, cuidar, querer y preocuparnos por ellos. 

Como último consejo, nos dijo que “seamos buenas personas”, y que nos rodeemos de buenas personas, si pueden ser mejores que nosotros para aprender de ellos, mucho mejor.

David ha tratado a miles de clientes en su vida, y nos aseguró que se conoce como es una cada uno por la forma en la que tratan al camarero, es en esa distancia corta cuando se ve si una persona es educada, déspota, arrogante, no tiene principios o es maleducada. 

Nos habló de la cultura del vino y nos animó a disfrutarlo con moderación, siempre para celebrar, nunca para olvidar. Aprendimos de denominaciones de origen y nos invitó a dejarnos aconsejar por profesionales, tanto en restaurantes como en tiendas especializadas y a probar, probar mucho. Nos dijo que siempre hay un vino ideal para cada persona, pero va a depender de la compañía, el contexto, el clima, el momento o la situación.

Por último, nos aconsejó ser muy generosos a la hora de criticar un vino, porque después de una botella hay mucho trabajo, esfuerzo y familias que viven de ello. 

Muchas gracias, David, por todo lo que nos has enseñado, no dudes que no solo intentaremos ser generosos a la hora de criticar un vino, sino a cualquier persona en general, porque todos tenemos algo único que debemos respetar. Ojalá lo sepamos aplicar en nuestros día a día, porque esos POR FAVOR y GRACIAS, los cuales son gratis, nos pueden ayudar a ser unos verdaderos Héroes®.

Héctor Trinidad

Héctor Trinidad
Colegio Mayor Santillana
@HectorTrinidadQ


David Robledo

«Divino»

Sumiller

14 de septiembre de 2023
Sesión a las 21 h
COLEGIO MAYOR SANTILLANA

C/MARBELLA 60, 28034, MADRID
Programa de excelencia personal HÉROE ®

Nino Redruello

Nino Redruello

Nino Redruello

«Alimentando vidas»

¿Qué es la dignidad humana? ¿Qué valores son realmente importantes?

Seguro que, si planteo estas preguntas, las respuestas serían bastante homogéneas y más teóricas que pragmáticas, pero, la clave no está en su definición, sino en «hacerlos» vida, y, si encima vienen a contarnos como es esa vida con valores… el resultado es una gran experiencia formativa, la que nos regaló Nino Redruello en su visita al colegio mayor Santillana el pasado 11 de mayo, dentro del ciclo de sesiones de desarrollo personal de nuestro Programa Héroe®.

Forografía: Rafael Parra

Nino procede de una familia humilde y trabajadora; tanto que su bisabuelo fue «vaqueiro de alzada», que así se llamaba a las personas que cuidaban del ganado en las montañas y a los que la sociedad consideraba como ciudadanos de segunda debido al escaso contacto que mantenían con la civilización al tener que permanecer tanto tiempo en el monte. Tanto era así que ni les dejaban entrar en las ciudades, ni tan siquiera libertad para sentarse donde gustaran en la iglesia.

Esta tesitura hizo que decidiera abandonar Asturias —hace más de cien años— y emigrara a Madrid en donde abrió una taberna a la que llamó «La Estrecha», por el diseño rectangular y estrecho tan característico de los locales de la época. Poco a poco y gracias al éxito del negocio, el resto de la familia se fue uniendo al proyecto, cambiando su lugar de residencia, pero sobre todo de trabajo (no menos de 16 horas al día). Y así hicieron crecer el negocio, abriendo nuevos locales que dieron de comer a las siguientes generaciones. Pero, el éxito, como las monedas, tiene dos caras y, tras una disputa familiar, su abuelo se vio obligado a cambiar la marca, creando «La Ancha», para poder continuar.

En la siguiente generación aparecen su padre y su tío. Ambos, y «gracias» a que el abuelo no les dejó estudiar, se incorporaron al negocio familiar a los 17 años para poder llevarlo adelante.

Fruto de ese pasado, lleno de esfuerzo, sacrificio y domingos de reuniones familiares contando historias tabernarias, llegó una vida más acomodaba, pero Nino decidió que quería seguir, con gran orgullo, con la tradición familiar, continuando con lo que había vivido toda su vida, pero con una enorme responsabilidad, la de no «cagarla» y destruir el legado construido con tanto esfuerzo durante tantos años.

A los 15 años comienza a pasar los meses de verano, al terminar el colegio, trabajando en la cocina, en una vida muy sacrificada sin librar ni un solo día. Después de hacer esto durante tres años se fue a ampliar estudios de cocina a San Sebastián. Fue una época de mucho aprendizaje, errores y dudas, al sentir que, a lo mejor, eso no era lo suyo, pero aprendió que la determinación es lo verdaderamente importante.

Volvió a casa y comenzó la época de probar cosas nuevas y con ellas, nuevos proyectos que funcionaron y otros que no lo hicieron en absoluto, lo que le hizo darse cuenta de la importancia de trabajar a su gente, hacer equipo e inspirar a los demás.

La realidad le mostró de manera cruel lo difícil que es creer y cómo, por muy buenas ideas que tengas, si no ejecutas todo con honestidad y con la máxima pasión, todo se puede ir rápidamente al garete. 

Con los primeros fracasos llegó la frustración, pero luego asumió y aceptó que la vida es así: Cuanto aportas a la vida, a los demás, a la sociedad…te lo devuelven y si no aportas, no recibirás, porque no te van a regalar nada… y así tiene que ser. La vida es muy bonita, pero hay que luchar y sufrir, es inevitable. Lo bueno es que todo el esfuerzo tiene su recompensa.

Por eso hay que superarse cada día. Si no te llevas al límite en cada acción que emprendas en la vida, irás hacia atrás. Por eso Nino nos invitó a que nos preguntemos: ¿Qué haces cuando llegas al objetivo, te relajas o sigues apretando?

Si después de un reto, un sueño o un objetivo, sigues buscando y marcándote más metas, eso hace que siempre estés enchufado.

Nino busca ilusiones continuamente y, un ejemplo de ello es la técnica que ha desarrollado para saludar a una mesa y que se sustenta bajo 3 ideas:

  • Transmitir confianza: Gestiona los silencios, saluda, contacta visualmente, controla el volumen de la voz, conoce los platos.
  • Expresar gratitud: (De los 9.000 restaurantes en Madrid, han elegido su casa y por eso los clientes tienen que sentir su agradecimiento). Con la mirada, la expresión, inclinándose para dar las gracias. Servir a alguien es un acto de generosidad y de entrega, es algo muy bonito.
  • Enganchar emocionalmente con la gente, y trabajarlo cada día para hacerlo cada vez mejor.

Nino se emocionó al recordar cómo, durante la pandemia, consiguió llevar a las casas de las personas confinadas el «escalope Armando», invento de la familia con el que hizo feliz a miles de personas. Realmente sintió que estaba correspondiendo a esa responsabilidad que su familia había depositado en él. Y es que Nino cree firmemente que todos tenemos una capacidad de «superhéroe» para crear felicidad en los demás con el simple hecho de ser tú, con tu ejemplo, para que los demás quieran estar a la altura de lo que esperas de ellos.

Siempre ha intentado hacer locuras, probar cosas nuevas que nadie sabía si iban a funcionar, ser pionero y transgresor, pero también con mucho respeto a sus valores y a los de sus padres y abuelos: constancia, respeto, ilusión y esfuerzo.

En la actualidad se encuentra en un momento vital de agradecimiento, sobre todo a su equipo, por ayudarle a pasar de una empresa familiar a una empresa profesional, ya que, entre otras cosas, le permite dedicarse a nuevos proyectos.

Un ejemplo es el comedor social «A mesa puesta», en el que, a través de un trato personalizado, se trabaja para devolver la dignidad a una persona que no tiene ni siquiera cómo alimentar a su familia. Se trata de un restaurante donde te atienden, te acompañan y acomodan en tu mesa, pides a la carta, pides la cuenta y pagas con una tarjeta que tiene incorporados puntos. Solo el hecho de que un niño sienta que su padre puede llevarle a un restaurante, va a hacer que ese padre perciba que recupera su dignidad y Nino siente que está ayudando a cambiar el mundo.

Muchas gracias, Nino, por todo lo que nos has enseñado y porque, con tu ejemplo, nos damos cuenta de la importancia de llevar una vida heroica construida sobre unos principios fuertes y un gran respeto a tu herencia y a todas las personas que te rodean. Ojalá seamos capaces de llegar a ser unos auténticos Héroes® y estar a la altura de lo que la sociedad espera de nosotros.

Héctor Trinidad

Héctor Trinidad
Colegio Mayor Santillana
@HectorTrinidadQ

Nino Redruello

«Alimentando vidas»

Cocinero familia La Ancha

11 de mayo de 2023
Sesión a las 21 h
COLEGIO MAYOR SANTILLANA

C/MARBELLA 60, 28034, MADRID
Programa de excelencia personal HÉROE ®

Enrique García-Máiquez

Enrique García-Máiquez


Enrique García-Máiquez

«Tú eres el duque de Norfolk»

¿Es la aristocracia un grupo social rancio que, en aras de la igualdad social, ya no tiene razón de ser? A lo mejor, visto así, muchos de los que lean estas líneas en pleno 2023 pueden pensar que sí, que estamos en una sociedad moderna en la que el hecho de que existan clases sociales no está justificado.

Sin embargo, el pasado jueves 27 de abril de 2023, Enrique García-Máiquez vino al colegio mayor Santillana, en el marco del ciclo de conferencias de desarrollo personal de nuestro programa Héroe® —un concepto muy aristocrático como veremos más adelante— para hablar sobre estas cuestiones, pero, sobre todo y según sus propias palabras, a «convencernos de que por nuestras venas corre sangre azul y tenemos que comportaros conforme a ello».

Fotografía: Rafael Para

Lo primero que hizo Enrique fue reconocer que hablar de aristocracia es un poco extraño en una sociedad, como la actual, enormemente «igualadora». Mucho más si lo acompañamos de conceptos que, en el presente, tienen una connotación negativa: honor, palabra, deber…

Sin embargo, y partiendo de la premisa de la igualdad, no podemos perder el horizonte personal de aspirar a más y tener ideales grandes en los que reflejarse. Y es en este punto en el que Enrique profundizó y desarrolló su intervención.

Porque, en una sociedad en la que «la clase trabajadora no tiene trabajo, la clase media no tiene medios y la clase alta no tiene clase» conseguimos, en lugar de aspirar a la excelencia, igualar a la sociedad por abajo, desde una perspectiva de mediocridad. Y eso no es bueno, ya que una democracia igualitaria funciona si existe una doble tensión: la que supone que todos somos iguales (en lo fundamental, por supuesto), y la que nos permite aspirar a ser mejores que otros gracias al esfuerzo y a los méritos de cada cual.

Enrique nos invitó a no confundir el «nadie es más que nadie» (concepto muy buenista pero irreal ya que «alguien es más que otro si hace más») con «nadie es menos que nadie», mucho más acertado para establecer una base social que evite desigualdades. De esta manera, Enrique defendió la constitución mixta como el mejor sistema de organización social: el que reúne monarquía, democracia y aristocracia.

Pero la aristocracia no es una clase social, sino una manera de ser, una forma de actuar y de entender la vida y el mundo. Y para que lo comprendiéramos, dedicó la segunda parte de su intervención.

Un caballero no se enfrenta al débil, lo defiende; igual que no miente o no concibe la corrupción. Y esto es fruto de su esquema ético y moral, compuesto por virtudes que han evolucionado a lo largo de la historia, adaptándose a los tiempos. 

Y es que la aristocracia realmente es, según Aristóteles, «virtud y riquezas antiguas» que nos ayudan a alcanzar la nobleza de espíritu, que como bien refleja Dante en boca de Ulises en su paso por el infierno (La Divina Comedia), es lo siguiente: 

«Considerad nuestra estirpe y nacimiento, (1)

para vivir cual bestias no se os hizo, (2)

sino para seguir virtud y conocimiento». (3)

  1. Debo conocer qué virtudes he heredado yo de mi padre/madre/abuelo. Y como soy un caballero, qué mejor manera de hacer honor a esa herencia que aceptarla y actuar de acuerdo con ella.
  2. Un aristócrata sabe que como se descuide puede vivir como una bestia. Por lo tanto, debo ser capaz de sacar lo mejor de mí, siendo consciente de que puedo dar lo peor.
  3. Un noble de espíritu debe tener un empeño, es decir, tener un modelo (un marco de referencia) y seguirlo sin abandonarse.

¿Qué virtudes debemos trabajar y vivir? Enrique nos animó a apostar por las grandes, no por las pequeñas: «Ser magnánimos, no ahorrativos. Ser valientes, no prudentes. Ser ambiciosos, no humildes…», y sobre todo, agradecidos y sinceros.

Teniendo claro que «no hay mayor aristocracia posible que ser hijos de Dios», Enrique nos habló de la evolución hasta nuestros días siendo distintas las virtudes más valoradas en cada época:

  • Alta edad media: Ser capaz de defender su derecho.
  • Baja edad media: Ser gentil, tener una buena educación, enamorarse bien de una gran dama, ser fiel y tener buenas maneras.
  • Ilustración: Ser una persona culta.
  • Actualidad: La democracia nos ha hecho pueblo soberano y, por eso, tenemos la «obligación» de hacer honor a nuestra nobleza y aspirar a los más altos estándares virtuosos.

Aunque actualmente el relato es más atractivo si lo vestimos con historias épicas de caballeros Jedi o de la Tierra Media (en lugar del tradicional hidalgo o caballero), Enrique nos animó a no tener miedo a que nos miren como unos bichos raros si nos desmarcamos de la corriente social actual, ya que el peaje que tiene que pagar un Héroe® (y hay múltiples ejemplos a lo largo de la Historia) es que se rían de él.

Debido a eso, Enrique, no podemos hacer otra cosa que agradecerte la visión que nos diste, ya que nos embriagaste de ilusión por aspirar a los más altos ideales, llenarnos de grandes virtudes y, siendo conscientes de que somos capaces de lo peor, no descuidarnos para tener un ideal de vida que nos lleve a dar lo mejor de nosotros mismos y hacer honor a nuestro legado de Héroes®.

Héctor Trinidad

Héctor Trinidad
Colegio Mayor Santillana
@HectorTrinidadQ


Enrique García-Máiquez

«Tú eres el duque de Norfolk»

Poeta

27 de abril de 2023
Sesión a las 21 h
COLEGIO MAYOR SANTILLANA

C/MARBELLA 60, 28034, MADRID
Programa de excelencia personal HÉROE ®

Dulce Muñoz

Dulce Muñoz

 

Dulce Muñoz

«Alfa Bravo Charlie»

Dulce Muñoz es una mujer asombrada por la capacidad que tienen las personas de hacer que sucedan grandes cosas. Ella misma no se considera portadora de habilidades excepcionales, pero se siente muy orgullosa de su determinación para conseguir cualquier cosa que pueda soñar. Tiene claro que es imposible hacerlo sola y se vuelca en entusiasmar a cuantos la rodean para que recorran, junto a ella, el proceloso camino del éxito.

Fotografía: Rafael Parra

Para eso, para entusiasmarnos e ilusionarnos en el ámbito aeroespacial y de defensa, nos visitó el pasado 20 de abril del 2023, y compartir su experiencia como vicepresidenta del programa de desarrollo del A400M de Airbus, dentro del ciclo de sesiones de desarrollo profesional de nuestro programa Héroe® de excelencia personal.

Dulce ha tenido, a lo largo de su carrera, muchos éxitos y fracasos, pero del que se siente más orgullosa es del premio 2021 a la «trayectoria profesional de telecomunicaciones», por el reconocimiento que representa que lo realicen colegas de profesión. Además, a ese premio le presentó un antiguo miembro de su equipo y eso le hizo reafirmarse en la idea de que «cuando tú haces crecer a la gente, tu gente es la que te hace grande a ti». Dulce tiene claro que, lo que define la calidad de un líder es la calidad de su equipo por lo que «pobre del líder que piense que es una estrella porque acabará estrellado».

Pero, de lo que realmente nos habló con pasión fue del ámbito aeroespacial y de su impacto. Se trata de un sector que en España movió 11.000 millones de Euros en 2021, empleando unas 50.000 personas y representando el 9% del producto interior bruto industrial, lo que lo convierte en un sector estratégico para nuestro país.

Aprovechando su experiencia construyendo aviones, helicópteros, satélites y cualquier elemento relacionado con el espacio en la división de defensa, nos explicó el impacto que el sector tiene desde tres dimensiones:

  • Conectan y unen a las personas. El mundo actual es muy pequeño comparado con el de hace 100 años. Antes era muy difícil conocer a alguien que viviera a más de 100 km de distancia. Hoy en día puedes visitar regularmente a tus clientes en Malasia, USA o cualquier parte del mundo.
  • Protege a las personas, a la democracia y a nuestro estilo de vida. Nos puso el ejemplo de cómo los A400M de Airbus evacuaron a miles de personas en 2021 en su huida de Afganistán.
  • El impacto social y personal que puedes tener. Como profesora o como mentora, puedes ayudar a jóvenes para que se incorporen al sector e, incluso, trabajen contigo, bien sea formando técnicos de mantenimiento de aeronaves, primeras prácticas estudiantiles con la economía real o participando en programas de mentoring con profesionales de otras empresas y sectores para generar oportunidades de enriquecimiento mutuo.

Dulce puso en valor a la generación actual de jóvenes, la que va a incorporarse en los próximos meses o años en el ámbito laboral. Considera que, aunque probablemente no tienen «de serie» la resiliencia de otras generaciones, sí tienen más desarrolladas otras habilidades: manejo digital, creatividad, capacidad de pensar «out of the box»… Todo esto les proporciona un gran valor añadido, además del hecho de que las empresas les tengan que cuidar más que a otras generaciones, porque no se van a quedar donde no estén felices.

En su visita no esquivó cuestiones difíciles, como cuando preguntaron por Elon Musk, del que confesó tener cierta fascinación por su capacidad para conseguir cosas, aunque no escondió sus dudas sobre el escaso enfoque humanista de sus relaciones laborales.

También nos habló de geopolítica aeroespacial y de defensa, poniendo sobre la mesa la relevancia de los conceptos supremacía y soberanía. En este sentido, mientras que USA anhela los dos, Europa ha renunciado al primero y lucha por proteger su soberanía y la capacidad de diseñar y fabricar sus propios aviones, lanzadores, satélites…

Nos dibujó un futuro, en la industria aeroespacial referida a la aviación civil, con combustibles sostenibles «zero emisions», una revolución de los materiales, aviones con «single pilot» y drones infinitamente más avanzados y versátiles.

Por último, resaltó el papel que, tanto su marido como ella, han tenido para conciliar vida personal y profesional al haber identificado objetivos comunes y repartido consecuentemente tareas para lograrlos. Y es que, si esto no se hubiera producido, no habría podido llevar a buen puerto su casa, sus hijos y su carrera de éxito como ejecutiva. Por eso nos dejó claro que, en la sociedad actual, las oportunidades están ahí, pero el entorno ha de acompañarte.

Muchas gracias, Dulce, por todo lo que nos enseñaste. Ojalá podamos, a lo largo de nuestra carrera, encontrar ese equilibrio entre vida profesional y personal, además de ilusionar a muchas personas para que nos acompañen en aventuras apasionantes y llegar a ser Héroes® de nuestra vida.

Héctor Trinidad

Héctor Trinidad
Colegio Mayor Santillana
@HectorTrinidadQ

Dulce Muñoz

«Alfa Bravo Charlie»

Vicepresidenta AIRBUS

20 de abril de 2023
Sesión a las 21 h
COLEGIO MAYOR SANTILLANA

C/MARBELLA 60, 28034, MADRID
Programa de excelencia personal HÉROE ®

Sari Arponen

Sari Arponen

Dra Sari Arponen 

 «Un camino para toda la vida»
 ¡Es la microbiota, idiota!

¿Cuántos de nosotros tenemos una salud perfecta? Hasta que la doctora y divulgadora Sari Arponen no formuló esta pregunta, con motivo de su visita al colegio mayor Santillana, nunca me había planteado cuán buena es, realmente, mi salud, probablemente porque no somos conscientes de su importancia hasta que surge alguna seria dolencia o enfermedad, pero… ¿Qué es la salud?

Para contestar a estas preguntas y mostrar los beneficios de una vida saludable, nos acompañó Sari el pasado jueves 13 de abril de 2023, dentro del ciclo de conferencias de desarrollo personal del programa Héroe®.

Fotografía: León de Corral

La OMS (Organización Mundial de la Salud) nos dice que la salud es «el completo estado de bienestar físico, psicológico y social», pero existe otro concepto más amplio que entiende la salud como un estado de equilibrio inestable del organismo, afectado por múltiples factores y muy difícil de mantener… Vamos a ver por qué.

El ser humano, históricamente, ha muerto por traumatismos o infecciones. Esta es la causa biológica para tener un cerebro diseñado para detectar peligros y tomar decisiones rápidamente y un sistema inmune encargado de defendernos de las infecciones.

El organismo, a través del sistema endocrino metabólico, decide dónde asignar los recursos: al cerebro o al sistema inmunológico. Esta es la explicación de que uno esté activo, sobre todo, por el día, y el otro por la noche, mientras dormimos.

Sin embargo, a lo largo de los siglos, el ser humano ha sido el único animal que ha conseguido cambiar el entorno para no morir de lo que amenazaba la supervivencia, y eso, a priori, es magnífico, ¿verdad?

El problema surge cuando, con motivo de haber cambiado tanto el entorno, nos encontramos con un cuerpo paleolítico en una sociedad actual, y eso provoca que el cerebro detecte riesgos donde no los hay, al no estar adaptado para entenderlos.

Así, estamos perdiendo la capacidad de hacer frente a determinados estímulos fisiológicos, puesto que, entre otros aspectos, tenemos comida y bebida sin necesidad de movernos y eso favorece la rigidez, tanto mental como inmune y metabólica.

¿Y cuál es el resultado final? El afloramiento de enfermedades crónicas no transmisibles (alergias, enfermedades autoinmunes, alzhéimer, enfermedades metabólicas, obesidad…) que no resolvemos con nuestros recursos físicos —léase estilo de vida— sino con fármacos.

Pero no todo es tan negro como puede parecer, ya que Sari nos ayudó a entender qué es lo que podemos hacer para cambiar esto, porque nos dejó claro que existen dos tipos de personas: las que están empoderadas y se responsabilizan de su salud y las que externalizan la solución a sus problemas.

Sari nos animó a sumarnos a las primeras, recalcando que es bastante fácil, ya que con buena alimentación, movimiento y respeto a los ritmos circadianos se pueden prevenir muchas de las enfermedades actuales.

Entonces, vamos a ver la receta mágica. ¿Cómo hacemos esto?

Lo primero es seguir una dieta pesco-mediterránea sin exceso de hidratos de carbono ya que con el ritmo de vida actual los hidratos hay que ganárselos. Para conseguirlo nos recomendó movernos (10.000/15000 pasos diarios) y hacer ejercicio de fuerza mínimo 2/3 veces por semana, y es que tenemos menos músculo del que deberíamos.

Además, puso énfasis en el descanso y en dormir lo necesario (en tiempo y calidad), en alejarnos de las pantallas lo máximo posible y en disfrutar de ocio al aire libre con otras personas.

Cuidar la microbiota, es decir, el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo y cuyo equilibrio es fundamental para la salud.

Para lograrlo, debemos atender a nuestro intestino, empezando por la boca. Es fundamental la alimentación, las texturas duras (zanahoria, manzana…) no comer entre horas, lavarnos bien los dientes y enjuagarnos, huir del tabaco y el alcohol, e ir al dentista periódicamente.

¿Os parece fácil o imposible? La clave es ser constante y convertir estos hábitos en nuestro estilo de vida, aunque suponga el esfuerzo de renunciar parcialmente a los placeres inmediatos y pensar en las recompensas a largo plazo, algo que va contracorriente de la sociedad actual.

Por eso es muy importante que, desde el punto de vista de la salud, trabajemos para encontrar nuestro propósito vital. Y es que las personas que no tengan un propósito en la vida es difícil que se comprometan con estos esfuerzos.

A través del propósito definimos la manera en la que nos damos a los demás, lo que nos hace humanos. Y para eso debemos tener claros nuestros valores y encontrar una comunidad fuerte en la que apoyarnos.

Muchas gracias, Sari, por todo lo que nos has aportado con tu visita. Ojalá, ahora que sabemos cómo lograr un estilo de vida saludable, seamos capaces de apostar por las recompensas a largo plazo que nos brinda. Tenemos la suerte de contar con esa comunidad fuerte de la que nos hablaste para que los Héroes® encuentren su propósito vital.

Héctor Trinidad

Héctor Trinidad
Colegio Mayor Santillana
@HectorTrinidadQ

Dra Sari Arponen 

 «Un camino para toda la vida»
 ¡Es la microbiota, idiota!

 Internista & Divulgadora

13 de abril de 2023
Sesión a las 21 h
COLEGIO MAYOR SANTILLANA

C/MARBELLA 60, 28034, MADRID
Programa de excelencia personal HÉROE ®

Carlos Llano

Carlos Llano

 

Carlos Llano 

«Da el salto»

Carlos Llano es una persona normal, con una vida y trabajo normales y una gran pasión: viajar, que es con la que, un día, decidió que debía aprovechar para hacer cosas extraordinarias.

Para contarnos su historia, vino a Santillana, dentro del ciclo formativo de las sesiones de desarrollo de Héroe®, el programa de excelencia personal del colegio mayor, el pasado jueves 23 de marzo de 2023.

Fotografía: Rafael Parra

Y es que Carlos, corre, y corre mucho, tiempo y kilómetros. Corre tanto que participa en 3 tipos de carreras:

  • Ultra triatlones, de hasta el doble de distancia que un Ironman.
  • Carreras de autosuficiencia, de hasta 500 km.
  • Carreras de montaña, de hasta 170 km con desniveles positivos de hasta 10.000 metros.

Carlos era un niño normal, un poco gordito (86 kg a los 14 años) que, a los 19 años y debido a una lesión de rodilla jugando al fútbol, incorporó una práctica nueva en su vida para recuperarse de la lesión: correr. Pasaron los años y un día decidió hacer una locura de las buenas, correr el Maratón de Sables, una carrera de 250 km en el desierto del Sáhara con una mochila a la espalda con lo imprescindible para sobrevivir.  Ahí fue la primera vez que tomó conciencia del poder de la repetición. Si era muy constante en luchar por las cosas que quería, podría hacer cosas increíbles.

Carlos nos indicó cómo, si somos capaces de vencer la pereza, la desidia y no dejarnos vencer por excusas, el tiempo correrá a nuestro favor. No debemos esperar al momento propicio para empezar a hacer cosas extraordinarias porque ese momento «perfecto» nunca llega; hoy es el día en el que podemos hacer que nuestra vida comience a cambiar.

Al año siguiente quería hacer algo parecido y encontró otra gran aventura en el desierto de Atacama (en Chile). Esta carrera le ayudó a estar solo, con sus pensamientos, hasta un nivel insoportable. Pero acabó la carrera y aprendió a gestionar esos pensamientos. Carlos, nuevamente, nos transmitió el aprendizaje que esta aventura dejó en él:

«Tenemos 50.000 pensamientos diarios, de los que un buen número son negativos y que determinan nuestro día a día. Nuestra capacidad de gestionarlos va a determinar nuestra vida, ya que podemos aprender a relativizar los problemas que tenemos. No olvidemos que, en el primer mundo, el 95% no son realmente problemas, son circunstancias cotidianas».

Al año siguiente fue un paso más allá: el Ultraman de Canadá (con un recorrido equivalente a dos Ironman) que solo se atrevieron a intentar 29 personas de todo el mundo. Tras querer rendirse varias veces decidió seguir adelante a pesar de todo y consiguió terminar. Las personas debemos confiar ciegamente en nosotros mismos, porque podemos conseguir cosas increíbles. Y aunque no siempre vamos a lograr todo lo que nos propongamos, no debemos rendirnos, sino persistir.

Posteriormente llegó un gran aprendizaje para Carlos, el Epic5 en Hawái, que supuso su primer abandono y le sirvió para entender que, en la vida, las cosas no siempre salen como pensamos. Sin embargo, lo que nos define como personas no es que fallemos, sino cómo actuamos cuando lo hacemos. Debemos asumir el fallo como parte del aprendizaje, nunca debemos arrepentirnos de lo que intentamos y no nos salió bien.

A partir de aquí comenzó a buscar un verdadero propósito a sus locuras y encontró la manera de hacerlo captando con ellas recursos para destinarlos a proyectos solidarios en Burkina Faso, el tercer país más pobre del mundo. 

Desde entonces, y a raíz de la experiencia más transformadora de su vida, ha desarrollado toda su labor social en África, enseñándole el valor de la austeridad. Esto es, valorar lo que tenemos y no depender de cosas materiales que no necesitamos. No debemos gastar tiempo haciendo cosas que no nos gustan para comprar cosas que no necesitamos. También aprendió el valor del acto pequeño. El gran cambio en el mundo es la suma de muchísimos actos aparentemente insignificantes.

En la visita de Carlos nos dimos cuenta de que, detrás de un gran sueño, siempre hay un gran esfuerzo. Carlos ha renunciado a muchas cosas, ha sufrido numerosos percances, pero no los cambia por nada, ya que todas sus aventuras y su labor social han despertado en él un infinito amor por la vida. 

Carlos se despidió con un magnífico consejo:

«Sed valientes, deshaceos de todo lo que os limita e intentad dirigir vuestra vida, que es un absoluto regalo. Os invito a que, a partir de hoy, comencéis a construir la vida que queréis vivir».

Muchas gracias, Carlos por todo lo que nos aportaste. Ojalá, como tú, nunca cedamos a la pereza, no le pongamos excusas a la vida y encontremos una gran motivación para cambiar el mundo y ser unos auténticos Héroes®.

Héctor Trinidad

Héctor Trinidad
Colegio Mayor Santillana
@HectorTrinidadQ

Carlos Llano 

«Da el salto»

De oficinista a finisher

23 de marzo de 2023
Sesión a las 21 h
COLEGIO MAYOR SANTILLANA

C/MARBELLA 60, 28034, MADRID
Programa de excelencia personal HÉROE ®