Laura Riñón
Laura Riñón
«La ficción es el espejo de la realidad»
«No tengáis prisa, por nada, ni siquiera por saber lo que queréis ser»
Con este consejo comenzó la sugerente sesión de Laura Riñón el pasado jueves 13 de octubre de 2022 en el Colegio Mayor Santillana, lo que resulta curioso, viniendo de una persona que este verano paseaba junto al río en New England con la autora Elizabeth Strout de quien se llevó el consejo «don´t stop», algo que le inspiró tanto que lo tiene de cabecera en su habitación.
Y es que, sin prisa, pero sin pausa, es como se ha desarrollado la carrera de Laura, una estudiante de derecho que, con 22 años, dejó sus estudios en 4º curso para dedicar buena parte de su vida a viajar por el mundo gracias a su trabajo como azafata de vuelo.
Todos esos viajes le han enriquecido con múltiples experiencias, vivencias y personas a las que ha tenido el privilegio de conocer. Porque Laura tiene claro que nadie es mejor que nadie, que no pertenecemos a ningún grupo o tribu y que no debemos perdernos la oportunidad (y el privilegio) de conocer a cualquier persona que se cruce en nuestro camino, ya que todas tienen una historia detrás, que, a buen seguro, nos enriquecerá.
Sin embargo, Laura no vino a invitarnos a viajar, lo dejó muy claro cuando nos dijo:
«Lo que quiero es que leáis».
Y es que cuando lees te sumerges en otros mundos, vidas y lugares gracias a tu imaginación, algo que nos va a ayudar a entendernos a nosotros mismos y al mundo. Una cosa es la realidad que vivimos y otra la que nuestra imaginación crea. Como ejemplo nos contó cómo, dentro de 10 años, todas las personas que estábamos en la sala íbamos a recordar de una manera distinta esta velada literaria tan especial.
Laura, a pesar de haber desarrollado una gran carrera aeronáutica, tenía un sueño que no podía dejar de cumplir porque, de no llevarlo a cabo, la novela de su vida habría quedado inacabada. De esta manera, el 11 de enero de 2019 a las 11:30 (aniversario del día y hora de su nacimiento), lo dejó todo para abrir una librería a la que llamó Amapolas en octubre, igual que una de sus obras.
Laura no quería que «su casa» fuera una tienda de libros, sino un lugar donde recibir a multitud de amigos y que estos se sintieran como en casa con la lectura como punto de unión. Laura es consciente que hay infinitos grados de afición a la lectura, desde el «quiero querer, pero me da pereza» al lector empedernido que roza la psicopatía quijotesca. Para cada uno de ellos siempre sabe qué preguntar para poder recomendarle la obra que más se adapta a sus circunstancias y momento vital, porque Laura siempre recomienda un libro con el mismo objetivo:
«Que esta persona descubra una historia que le haga apasionarse por las historias y que, cuando termine de leer esta historia, quiera seguir leyendo otras historias».
Laura tiene una legión de seguidores que se han convertido en su familia y a los que cuidó mucho durante la pandemia. En esas circunstancias fue consciente de que había muchas personas que estaban en casa, solas y muy mal. Durante esos meses se encargó de hablarles, de contarles y de hacerles llegar un poquito de su arte. Sin embargo, no fue consciente de lo que realmente significaban estos ratitos de compartir cosas con «su gente» hasta después que terminara el confinamiento, cuando acudieron a su «casa» para agradecerla todo lo que les dio.
Nuestra tertulia con Laura continuó con un sinfín de preguntas de los asistentes (os aseguro que en todas las sesiones Héroe® a las que ha asistido nunca ha habido tantas) y Laura tuvo sabios consejos para todos los intervinientes.
¿Tú quieres leer?
Esa es la pregunta que debe marcar el punto de arranque de la aventura literaria de cada uno de nosotros. A partir de ese primer SÍ, Laura nos habló de libros de ficción que son grandes aventuras, de Paul Auster (su autor favorito), de Matar a un ruiseñor (su libro favorito, que ha leído unas 7 veces y del que, después de leerlo, quieres ser mejor persona) de clásicos como El Quijote, un libro maravilloso de aventuras repleto de frases magníficas que nos van a ayudar muchísimo (tanto personal como profesionalmente). Laura lo hizo todo para inspirar a cada uno a leer según su estilo.
Una cosa que nos pidió fue que, si leemos, leamos bien, dejando el teléfono silenciado o apagado lejos de nosotros, aunque nos genere ansiedad. Porque si algo ha aprendido Laura es a parar, a respirar, a disfrutar. El cerebro es un músculo y necesita entrenamiento, por eso necesitamos enseñarle a parar, a desconectar y a leer. Si lo hacemos, nos daremos cuenta de que regalarnos media hora al día para leer es algo maravilloso.
Laura terminó hablándonos de su faceta como escritora y nos explicó cómo, cuando alguien escribe ficción, está contando una historia que tiene en su cabeza y que lleva dentro de sí desde hace muchos años, probablemente toda su vida y que, de repente, un día brota y necesita ser contada. Todo lo que nos pasa un día se puede convertir en una frase, un párrafo de un libro o una novela, ¿por qué no?
Muchas gracias, Laura, por la magnífica velada que pasamos contigo en Santillana. Ojalá algún día seamos un párrafo de una de tus novelas; hasta que eso ocurra, en nuestras cabezas se irán fraguando muchas historias que deseamos algún día sean dignas de ser contadas.
Héctor Trinidad
Colegio Mayor Santillana
@HectorTrinidadQ
Laura Riñón
«La ficción es el espejo de la realidad»
13 de octubre de 2022
Sesión a las 21 h
COLEGIO MAYOR SANTILLANA
C/MARBELLA 60, 28034, MADRID
Programa de excelencia personal HÉROE ®