Paul Valéry

Paul Valéry

la poesia de paul valeryIX ENCUENTRO POETIHOLICS

 

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Ambroise-Paul-Toussaint-Jules Valéry (Sète, 30 de octubre de 1871 – París, 20 de julio de 1945) fue un escritor, poeta, ensayista y filósofo francés. Como poeta es el principal representante de la llamada poesía pura; como prosista y pensador (él se consideraba antifilósofo), la lectura y comentario de sus textos ha sido muy notable, desde Theodor Adorno y Octavio Paz hasta Jacques Derrida, que le comentó hasta en su último seminario.

Este techo tranquilo de palomas,
Palpita entre los pinos y las tumbas;
El mediodía justo en él enciende
El mar, el mar sin cesar empezando…
Recompensa después de un pensamiento:
Mirar por fin la calma de los dioses.

Sábado, 7 de marzo a las 21h 

La poesía de Walt Whitman

La poesía de Walt Whitman

VIII ENCUENTRO POETIHOLICS

 

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Su trabajo se inscribe en la transición entre el trascendentalismo y el realismo filosófico, incorporando ambos movimientos a su obra. Whitman está entre los más influyentes escritores del canon estadounidense (del que ha sido considerado su centro) y ha sido llamado el padre del verso libre. Su trabajo fue muy controvertido en su tiempo, en particular por su libro Hojas de hierba.

¡Oh Capitán! ¡Mi Capitán! Nuestro temeroso viaje está hecho;
el buque tuvo que sobrevivir a cada tormenta,el premio que buscamos está ganado;
el puerto está cerca, escucho las campanas, todo el mundo está exultante,
mientras siguen con sus ojos la firme quilla, el barco severo y desafiante:
Pero ¡Oh corazón!¡Corazón!¡Corazón!
oh, las lágrimas se tiñen de rojo,
mi Capitán está sobre la cubierta,
caído muerto y frío.

Sábado, 21 de febrero a las 21h 

Los «Escolios escogidos» de Nicolás Gómez Dávila

Los «Escolios escogidos» de Nicolás Gómez Dávila

VII ENCUENTRO POÉTICO

VIERNES 12 DE DICIEMBRE  2014 /  21H00

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«Un texto breve no es un pronunciamiento presuntuoso, sino un gesto que se disipa apenas esbozado» (Nicolás Gómez Dávila)

«Estos aforismos personalísimos y a contracorriente del pensar plano de hoy, son un revulsivo cuando «todo vale».»

Antonio Colinas. El Cultural del Mundo.

«La obra de Gómez Dávila es inagotable, y para quien esto escribe una verdadera sorpresa: ha sido el descubrimiento de una mente lúcida, con una capacidad expresiva (compresiva) digna de los grandes aforistas de cualquier época, un hombre de rara y verdadera cultura, en el sentido en que él mismo entiende este término: “Culto es el hombre que transforma en reflejos fisiológicos los más nobles productos del espíritu”. ~

Juan Malpartida. Letras Libres

«Escolios a un texto implícito es uno de los mejores libros de no ficción del año.
…Un libro de cabecera con el que durante muchos días y muchas noches –no en vano contiene mil cuatrocientas páginas de papel biblia- disfrutaremos estando de acuerdo o en contra de él, pero sabiendo que estamos contendiendo con un sabio, un self-made-man de la cultura. Tomen entre sus manos un lapicero, y comiencen a leer y subrayar una de las más altas obras del pensamiento social y humano del siglo xx. Un libro pleno, inmenso pero que sin embargo tiene la sencillez de una frase acertada.»

El placer de la Lectura.

La poesía de Miguel D’ors

La poesía de Miguel D’ors

VI ENCUENTRO POÉTICO

VIERNES 14 DE NOVIEMBRE  2014 /  21H00

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Miguel d’Ors nació en Santiago de Compostela el día de Navidad de 1946, cuatro años y cuatro días antes que yo. Es hijo de un ilustre catedrático de Derecho Romano, Álvaro d’Ors, y nieto del célebre ensayista y filósofo catalán Eugenio d’Ors. Le gusta caminar por el campo, como a Juan Jacobo Rousseau, y escalar montañas, como a Aleister Crowley. Me relacioné con él en el paleolítico inferior, cuando al mundo no le había salido ni una arruga en la cara, allá por los años setenta del siglo pasado, cuando nació mi hijo Álvaro y Miguel publicó, en las prensas de la Universidad de Navarra, su libroEl caligrama, de Simmias [sic] a Apollinaire (1977), que hoy constituye una rareza bibliográfica y ayer, hoy y mañana, una delicia. No nos conocíamos personalmente, pero nos escribíamos cartas en las que reconocíamos sin tapujos nuestra deuda con Borges, el maestro común de aquellos años a cuya advocación continuamos encomendándonos en éstos. No sé si él recordará aquel epistolario primaveral. Sus cartas constan todavía en algún lugar privilegiado de mi escritorio.

Ver artículo completo de Luis Alberto de Cuenca En Nueva Revista