Una de las ventajas de vivir en un Colegio Mayor en Madrid, es la diversidad de personas que puedes encontrar en estos. La residencia universitaria cuenta con diferentes estudiantes y profesores y cada uno de estos está especializado, o se están especializando en los temas más importantes para la actualidad social. Temas como comunicación, física, derecho, medicina, periodismo, marketing y por supuesto, economía.
Con nosotros vive Carlos Arenas, Doctor en economía y profesor en el Máster de banca de Garrigues y en el Centro Universitario Villanueva.
El Dr. Arenas nos trae un artículo que a más de uno puede interesar.
¿Quieres ser rico? Es más sencillo de lo que piensas
Todos queremos tener una buena salud física. Tratamos de hacer deporte, cuidarnos con dietas e incluso nos apuntamos a un gimnasio a comienzos de año. Pero este propósito suele durar poco.
También queremos ser ricos y tratamos de ahorrar, pero este propósito dura, menos incluso, que el gimnasio. Y es que, muchas veces, ahorramos mal. Ahorrar no consiste en guardarnos lo que sobra al final del mes, sino, como dice Warren Buffet:
“No ahorres lo que te queda por gastar. Gasta lo que te queda después de ahorrar”.
¿Quieres ser rico? Lo primero que debes saber es que, si no te toca la lotería, exige un esfuerzo. Debes guardarte todos los meses una parte de tus ingresos y vivir con menos gastos de los que te gustaría. El hábito del ahorro se puede hacer a través de una orden periódica de tu banco a una entidad financiera especializada en productos y servicios de inversión.
Lo mejor es que lo veamos gráficamente. Suponte que tienes ahorrados 5.000 €, y tu objetivo es llegar a 100.000 €. A través de un ahorro mensual de 300 €, conseguirías el objetivo en 20 años. Si esta cantidad no la hubieses invertido, habrías tardado 7 años más o deberías haber incrementado tu cuota mensual hasta los 416 €/mes (un 38% más).
¿Por qué aportando menos puedes conseguir más? Es lo que se conoce como la magia del interés compuesto. Cuentan que una vez le preguntaron a Einstein cuál era la fuerza más poderosa del universo, a lo que contestó que era el interés compuesto. Lo cual es cierto, por cierto.
El gráfico anterior sirva quizá para una persona de edad madura, con ciertas obligaciones. Es un perfil de riesgo dinámico. Pero tú, si eres una persona joven, necesitas una inversión más tolerante al riesgo. Vamos a suponer que inviertes 10.000 € en un fondo con una rentabilidad anualizada a tres años del 19,9% (es un buen fondo, desde luego). Si el fondo se sigue comportando así, ¿Cómo quedaría tu inversión?
Si has invertido el día en el que cumples 20 años, cuando cumplas 60, tendrás 15 millones de euros. ¿Sorprendido? Ahora sabes que el interés compuesto sí es la mayor fuerza del universo.
Y si es cuando cumplas 50 años, tendrás 2,5 millones.
Es cierto que es un horizonte temporal muy alto. Pero si quieres retirar tus ganancias cuando cumplas 40 años, tendrás 400.000 €.
Imagínate que invertiste los 10.000 € y te “olvidaste” de ese dinero. Vamos, estaba ahí pero sólo para utilizar por si acaso. Vas un día a sacarlo para pagar, por ejemplo, una estancia de un hijo en el extranjero y resulta que tienes varios millones de euros.
Y ahora viene la pregunta: si esto es así, ¿por qué no lo hace nadie? Error, hay gente que sí lo hace. Pero es verdad que son muy pocos. El problema es el amplio desconocimiento que existe sobre estos asuntos. Pero tú ya lo sabes.
Quizá no encuentres un fondo que te dé una rentabilidad anualizada del 19%, o no puedas ahorrar más que 50 €/mes. Da igual, hazlo. Desde ya. Verás cómo la magia del interés compuesto multiplicará exponencialmente tu dinero. Ya no tienes excusa para ser no ser rico: empieza desde hoy mismo con el hábito del ahorro.
CARLOS ARENAS LAORGA
Doctor en Economía