Saruka 2.0
«A una raya de sobrepasar el límite»
Puede que muchos de nosotros pensemos que la adicción a las drogas es cosa de jóvenes marginales que ya desde niños no fueron por buen camino, tendiendo irremediablemente a lo que parecía un destino escrito. Nada más lejos de la realidad. También erraríamos si pensáramos que a nosotros nunca nos podría pasar ya que somos más inteligentes, sabemos cuáles son, qué riesgos entrañan y cómo consumen los que se enganchan. Incluso puede que lleguemos a pensar que, a pesar de llegar a probarlas un día, sería para disfrutar un rato y nunca, nunca nos llegaríamos a enganchar.
Pues eso mismo pensaba Sara y, si le hubieras preguntado todo lo anterior hace 20 años te habría dicho lo mismo: que a ella nunca le iba a pasar, porque Sara es de buena familia, estudió en buenos colegios, disfrutó de una formación humana integral… Pero Sara cayó, y vaya si cayó.
Para contarnos esa caída y posterior recuperación vino a visitarnos el pasado jueves 27 de octubre Saruka, que así es como le llaman sus amigos, dentro de las sesiones de formación de nuestro programa Héroe® de excelencia personal.
Sara lleva ya 6 años limpia, pero su descenso a los infiernos comenzó cuando tenía 40 años. Una serie de problemas de autoestima y un poco (bastante) de dependencia emocional de otra persona, favorecieron que buscase la «satisfacción» inmediata en las anfetaminas, adentrándose en un submundo del que le costó salir más de 8 años.
Al darse cuenta de que la gente que la quería no le iba a permitir que destruyera su vida, decidió alejarse de todo, cambiar de entorno y amigos e incluso separarse de su familia.
Aun así, pensaba que «controlaba» y que lo podía dejar cuando quisiera. Llegó a tal punto de adicción que lo máximo a lo que pudo aspirar fue a cobijarse en un trastero durante 7 meses donde las condiciones de higiene y salubridad os podéis imaginar cuáles fueron. Esto provocó que se le cayeran dientes, llegando a una situación tal, que solo podía acabar de una de las siguientes maneras:
- En un centro psiquiátrico por los problemas mentales que provocan las drogas.
- En prisión, ya que delinquía habitualmente para poder consumir.
- Muerta, algo muy común dentro de los drogadictos.
Sara tenía momentos de lucidez donde se preguntaba… ¿Qué voy a hacer con mi vida? Pero la realidad le llevaba de vuelta al círculo vicioso de las drogas, donde incluso el sufrimiento de saber que estás acabada te lleva de nuevo a ellas para evadirlo.
Sin embargo, tuvo la suerte de que todo se alineara cuando una amiga llamó a su puerta en el momento justo en el que ella estaba dispuesta a escuchar (si lo hubiera hecho en cualquier otro momento no la habría hecho caso). Gracias a ella dio el primer paso, fue al médico a pedir ayuda y accedió a «Proyecto hombre». Pero solo fue el primer paso, porque aquí comenzó un largo período de tres años con varias fases de desintoxicación:
- Al principio le proporcionaron pautas médicas y de terapia, pero no fue fácil llevarlas a cabo al no saber cómo gestionar emociones y sentimientos sin hacerse daño.
- Siendo consciente de lo anterior, acudió a la unidad de desintoxicación de un hospital donde, tras pasar tres días dormida, comenzó a sentirse bien y a participar en grupos donde comenzó a hablar y abrirse a los demás.
- Volvió a «Proyecto hombre», asistiendo a terapia 8 horas al día, de lunes a viernes. Sin embargo, seguía sin saber gestionar su ocio y tiempo libre.
- Había que cortar de raíz y le propusieron ir a una comunidad terapéutica: una casa en el campo donde 50 personas drogadictas conviven con 14 profesionales que trabajan para que se desintoxiquen: les cuidan y hacen terapia 24 horas al día. Allí comenzó a parar, hablar consigo misma y conocerse. En este punto le daba muchas vueltas a la cabeza pensando en… ¿Cómo has acabado así? Su objetivo era conocerse mejor para cambiar sus hábitos de conducta; ¿Por qué actúo así si no quiero actuar así?
- Después de 11 durísimos meses, volvió al centro de día y comenzó otra fase, la de reinserción, en la que aprendió a gestionar el ocio y el tiempo libre, lo que le permitió huir de las situaciones de riesgo.
- En un mes de diciembre salió de la comunidad y fue en mayo del año siguiente cuando, tres años después de comenzar el proceso de desintoxicación, le dieron el alta e hizo su fiesta de «graduación» a la que asistieron más de 50 personas.
Una de las consecuencias de haberse desintoxicado es que pasó de no hablarse con nadie de su familia a tener muy buena relación con 8 de sus hermanos. Otra, nada desdeñable, es que ahora tiene un objetivo en la vida, que no es drogarse ni conocerse sino compartir su experiencia con los jóvenes para que no cometan los mismos errores que ella. Pero como sabe bien que nadie escarmienta en piel ajena, también les ruega que, si por un casual lo hicieran, si cayeran en las drogas, que no tarden tanto tiempo en salir y que al primer momento de lucidez pidan ayuda.
Algo que nos dejó muy claro Saruka es que cuando uno se droga, el único responsable es él mismo. La culpa no de los demás, ni de la vida, ni de los problemas que tengas. La solución siempre está en buscar recursos para afrontar los problemas, por eso no debemos olvidar que la droga no es un juego y que nuestra vida está en riesgo si no las sabemos evitar.
Sara nos habló con cierta pena cuando nos dijo que ojalá hubiera tenido la oportunidad de realizar todo el proceso de crecimiento personal que desarrolló en la comunidad antes de haber caído en las drogas, ya que, entonces, su vida hubiera sido muy distinta.
Gracias Sara por ese último mensaje. Nos quedamos con el encargo de seguir formando a nuestros colegiales y mostrarles un camino de crecimiento dotándoles de herramientas para afrontar, con coraje, alegría y determinación, lo que la vida les depare. Ojalá puedan llegar a tener vidas plenas en la que cada día luchen por alcanzar la mejor versión de ellos mismos y que su única droga sea hacer el bien, allá donde vayan.
No dudes que, lo conseguiremos, porque como tú bien dices: «todo llega si se hace con trabajo, corazón e ilusión».
Héctor Trinidad
Colegio Mayor Santillana
@HectorTrinidadQ
Saruka 2.0
«A una raya de sobrepasar el límite»
27 de octubre de 2022
Sesión a las 21 h
COLEGIO MAYOR SANTILLANA
C/MARBELLA 60, 28034, MADRID
Programa de excelencia personal HÉROE ®