Paulino Alonso
«Al otro lado»
¿Es posible sentirse libre dentro de los muros de una prisión?
Para conseguir un sí como respuesta, Paulino Alonso trabaja cada día, desde hace más de 28 años, como sacerdote de prisiones. No hablamos de un sacerdote al uso con una parroquia de fieles en un barrio de ciudad o en un pueblo, sino de una persona cuyo día a día consiste en «estar allí para lo que surja». Una vida entre presos, que son los más pobres de entre los pobres, en la que cada día es distinto. Una vida pastoral en la que la misa es secundaria, porque si no te acercas como persona a alguien privado de libertad, difícilmente le puedes presentar a un Dios que dice que le quiere, le ama, le acoge y le perdona. Una vida que consiste en acercarte a los presos para demostrarles que tú eres quien los ama.
Paulino nos contó, además, su lucha por hacer ver que lo que hay en una cárcel son personas. Eso no quiere decir que dejen de ser culpables o que no deban cumplir su condena, al contrario, él es partidario de que quien cometa un delito cumpla íntegra su pena. Pero si de verdad la cárcel tiene que servir para algo más que para recoger los individuos no deseables de la sociedad, debe apostar por las personas, porque cuando a ellos les haces ver que son eso, personas, todo cambia.
La vida en una prisión, aunque algunos piensen que son residencias de lujo en las que te proporcionan comida y cama, es muy dura. La mayor humillación a la que puede someterse a una persona es hacerla entrar en prisión. Despojarle de sus pertenencias, enviarle a la ducha y mostrarle su «nueva casa» es muy duro. Por eso el protocolo impide que duerman solos la primera noche a causa del elevadísimo riesgo de suicidio. Además, allí hay mucha pobreza, soledad, tristeza y sufrimiento.
Paulino, gracias a «Capellanía Católica», también ayuda a las personas que no tienen nada. Les entrega ropa e incluso dinero (20 Euros mensuales) para que, al menos, puedan comprar algo en un economato. Esos veinte euros son para ellos oro, porque comprar «algo» representa adquirir lo más parecido a un pedacito de libertad. También ayuda a las personas que están en aislamiento, presta una televisión a los que no tienen… En definitiva, realiza una labor humanitaria, en primera instancia y espiritual, a continuación.
Tras 28 años de trabajo en prisiones, no desea ese lugar ni a su peor enemigo. Por eso nos vino a decir que pensemos que cualquiera de nosotros podría acabar allí. Malas decisiones o injusticias pueden hacer que, de repente, nuestra vida gire inesperadamente y nos encontremos en el lugar que hoy pensamos que es donde se concentra lo indeseado de la sociedad. Y es que en la cárcel hay muchas personas que, aun habiendo cometido delitos, están por pequeñas cosas que, en un momento dado, nos pueden ocurrir a cualquiera de nosotros.
El trabajo diario de Paulino, además de impactar en la vida de las personas que habitan en Soto del Real, tiene sus frutos los fines de semana, donde se ofician misas y celebran catequesis. Que 300 de los 1100 presos acudan regularmente a misa cada domingo, indica que, en efecto, sí perciben, sienten y aprecian esa ayuda que les brinda. Y es en esos momentos de los sábados y los domingos cuando aprovecha para llevarles el mensaje de Jesús.
A todos los presentes nos conmovió escuchar el peso que tiene en los reclusos la gestión mental, espiritual y emocional para sobrellevar el día a día entre rejas. Si consigues que esos muros no puedan contigo, podrás llegar a sentirte libre y así luchar para no regresar jamás una vez cumplida la pena. Y ese es el mensaje central que nos dejó: aunque la reinserción es muy difícil, hay personas que se han dado cuenta de que el camino que seguían no los llevaba a ningún lado y se van convencidos de hacer lo imposible para no regresar.
Muchas gracias, Paulino, por tu mensaje, por la esperanza que nos transmitiste, por tu trabajo incesante y por advertirnos de los riesgos que corremos si no somos los Héroes® de nuestra propia vida. Ojalá nos sirva para que únicamente visitemos la cárcel como voluntarios sociales y, humildemente, aportemos nuestro granito de arena a tu enorme labor.
Héctor Trinidad
Colegio Mayor Santillana
@HectorTrinidadQ
Paulino Alonso
«Al otro lado»
Capellán prisión Soto del Real
19 de enero de 2023
Sesión a las 21 h
COLEGIO MAYOR SANTILLANA
C/MARBELLA 60, 28034, MADRID
Programa de excelencia personal HÉROE ®