Nino Redruello

«Alimentando vidas»

¿Qué es la dignidad humana? ¿Qué valores son realmente importantes?

Seguro que, si planteo estas preguntas, las respuestas serían bastante homogéneas y más teóricas que pragmáticas, pero, la clave no está en su definición, sino en «hacerlos» vida, y, si encima vienen a contarnos como es esa vida con valores… el resultado es una gran experiencia formativa, la que nos regaló Nino Redruello en su visita al colegio mayor Santillana el pasado 11 de mayo, dentro del ciclo de sesiones de desarrollo personal de nuestro Programa Héroe®.

Forografía: Rafael Parra

Nino procede de una familia humilde y trabajadora; tanto que su bisabuelo fue «vaqueiro de alzada», que así se llamaba a las personas que cuidaban del ganado en las montañas y a los que la sociedad consideraba como ciudadanos de segunda debido al escaso contacto que mantenían con la civilización al tener que permanecer tanto tiempo en el monte. Tanto era así que ni les dejaban entrar en las ciudades, ni tan siquiera libertad para sentarse donde gustaran en la iglesia.

Esta tesitura hizo que decidiera abandonar Asturias —hace más de cien años— y emigrara a Madrid en donde abrió una taberna a la que llamó «La Estrecha», por el diseño rectangular y estrecho tan característico de los locales de la época. Poco a poco y gracias al éxito del negocio, el resto de la familia se fue uniendo al proyecto, cambiando su lugar de residencia, pero sobre todo de trabajo (no menos de 16 horas al día). Y así hicieron crecer el negocio, abriendo nuevos locales que dieron de comer a las siguientes generaciones. Pero, el éxito, como las monedas, tiene dos caras y, tras una disputa familiar, su abuelo se vio obligado a cambiar la marca, creando «La Ancha», para poder continuar.

En la siguiente generación aparecen su padre y su tío. Ambos, y «gracias» a que el abuelo no les dejó estudiar, se incorporaron al negocio familiar a los 17 años para poder llevarlo adelante.

Fruto de ese pasado, lleno de esfuerzo, sacrificio y domingos de reuniones familiares contando historias tabernarias, llegó una vida más acomodaba, pero Nino decidió que quería seguir, con gran orgullo, con la tradición familiar, continuando con lo que había vivido toda su vida, pero con una enorme responsabilidad, la de no «cagarla» y destruir el legado construido con tanto esfuerzo durante tantos años.

A los 15 años comienza a pasar los meses de verano, al terminar el colegio, trabajando en la cocina, en una vida muy sacrificada sin librar ni un solo día. Después de hacer esto durante tres años se fue a ampliar estudios de cocina a San Sebastián. Fue una época de mucho aprendizaje, errores y dudas, al sentir que, a lo mejor, eso no era lo suyo, pero aprendió que la determinación es lo verdaderamente importante.

Volvió a casa y comenzó la época de probar cosas nuevas y con ellas, nuevos proyectos que funcionaron y otros que no lo hicieron en absoluto, lo que le hizo darse cuenta de la importancia de trabajar a su gente, hacer equipo e inspirar a los demás.

La realidad le mostró de manera cruel lo difícil que es creer y cómo, por muy buenas ideas que tengas, si no ejecutas todo con honestidad y con la máxima pasión, todo se puede ir rápidamente al garete. 

Con los primeros fracasos llegó la frustración, pero luego asumió y aceptó que la vida es así: Cuanto aportas a la vida, a los demás, a la sociedad…te lo devuelven y si no aportas, no recibirás, porque no te van a regalar nada… y así tiene que ser. La vida es muy bonita, pero hay que luchar y sufrir, es inevitable. Lo bueno es que todo el esfuerzo tiene su recompensa.

Por eso hay que superarse cada día. Si no te llevas al límite en cada acción que emprendas en la vida, irás hacia atrás. Por eso Nino nos invitó a que nos preguntemos: ¿Qué haces cuando llegas al objetivo, te relajas o sigues apretando?

Si después de un reto, un sueño o un objetivo, sigues buscando y marcándote más metas, eso hace que siempre estés enchufado.

Nino busca ilusiones continuamente y, un ejemplo de ello es la técnica que ha desarrollado para saludar a una mesa y que se sustenta bajo 3 ideas:

  • Transmitir confianza: Gestiona los silencios, saluda, contacta visualmente, controla el volumen de la voz, conoce los platos.
  • Expresar gratitud: (De los 9.000 restaurantes en Madrid, han elegido su casa y por eso los clientes tienen que sentir su agradecimiento). Con la mirada, la expresión, inclinándose para dar las gracias. Servir a alguien es un acto de generosidad y de entrega, es algo muy bonito.
  • Enganchar emocionalmente con la gente, y trabajarlo cada día para hacerlo cada vez mejor.

Nino se emocionó al recordar cómo, durante la pandemia, consiguió llevar a las casas de las personas confinadas el «escalope Armando», invento de la familia con el que hizo feliz a miles de personas. Realmente sintió que estaba correspondiendo a esa responsabilidad que su familia había depositado en él. Y es que Nino cree firmemente que todos tenemos una capacidad de «superhéroe» para crear felicidad en los demás con el simple hecho de ser tú, con tu ejemplo, para que los demás quieran estar a la altura de lo que esperas de ellos.

Siempre ha intentado hacer locuras, probar cosas nuevas que nadie sabía si iban a funcionar, ser pionero y transgresor, pero también con mucho respeto a sus valores y a los de sus padres y abuelos: constancia, respeto, ilusión y esfuerzo.

En la actualidad se encuentra en un momento vital de agradecimiento, sobre todo a su equipo, por ayudarle a pasar de una empresa familiar a una empresa profesional, ya que, entre otras cosas, le permite dedicarse a nuevos proyectos.

Un ejemplo es el comedor social «A mesa puesta», en el que, a través de un trato personalizado, se trabaja para devolver la dignidad a una persona que no tiene ni siquiera cómo alimentar a su familia. Se trata de un restaurante donde te atienden, te acompañan y acomodan en tu mesa, pides a la carta, pides la cuenta y pagas con una tarjeta que tiene incorporados puntos. Solo el hecho de que un niño sienta que su padre puede llevarle a un restaurante, va a hacer que ese padre perciba que recupera su dignidad y Nino siente que está ayudando a cambiar el mundo.

Muchas gracias, Nino, por todo lo que nos has enseñado y porque, con tu ejemplo, nos damos cuenta de la importancia de llevar una vida heroica construida sobre unos principios fuertes y un gran respeto a tu herencia y a todas las personas que te rodean. Ojalá seamos capaces de llegar a ser unos auténticos Héroes® y estar a la altura de lo que la sociedad espera de nosotros.

Héctor Trinidad

Héctor Trinidad
Colegio Mayor Santillana
@HectorTrinidadQ

Nino Redruello

«Alimentando vidas»

Cocinero familia La Ancha

11 de mayo de 2023
Sesión a las 21 h
COLEGIO MAYOR SANTILLANA

C/MARBELLA 60, 28034, MADRID
Programa de excelencia personal HÉROE ®

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