Carlos Llano
«Da el salto»
Carlos Llano es una persona normal, con una vida y trabajo normales y una gran pasión: viajar, que es con la que, un día, decidió que debía aprovechar para hacer cosas extraordinarias.
Para contarnos su historia, vino a Santillana, dentro del ciclo formativo de las sesiones de desarrollo de Héroe®, el programa de excelencia personal del colegio mayor, el pasado jueves 23 de marzo de 2023.
Y es que Carlos, corre, y corre mucho, tiempo y kilómetros. Corre tanto que participa en 3 tipos de carreras:
- Ultra triatlones, de hasta el doble de distancia que un Ironman.
- Carreras de autosuficiencia, de hasta 500 km.
- Carreras de montaña, de hasta 170 km con desniveles positivos de hasta 10.000 metros.
Carlos era un niño normal, un poco gordito (86 kg a los 14 años) que, a los 19 años y debido a una lesión de rodilla jugando al fútbol, incorporó una práctica nueva en su vida para recuperarse de la lesión: correr. Pasaron los años y un día decidió hacer una locura de las buenas, correr el Maratón de Sables, una carrera de 250 km en el desierto del Sáhara con una mochila a la espalda con lo imprescindible para sobrevivir. Ahí fue la primera vez que tomó conciencia del poder de la repetición. Si era muy constante en luchar por las cosas que quería, podría hacer cosas increíbles.
Carlos nos indicó cómo, si somos capaces de vencer la pereza, la desidia y no dejarnos vencer por excusas, el tiempo correrá a nuestro favor. No debemos esperar al momento propicio para empezar a hacer cosas extraordinarias porque ese momento «perfecto» nunca llega; hoy es el día en el que podemos hacer que nuestra vida comience a cambiar.
Al año siguiente quería hacer algo parecido y encontró otra gran aventura en el desierto de Atacama (en Chile). Esta carrera le ayudó a estar solo, con sus pensamientos, hasta un nivel insoportable. Pero acabó la carrera y aprendió a gestionar esos pensamientos. Carlos, nuevamente, nos transmitió el aprendizaje que esta aventura dejó en él:
«Tenemos 50.000 pensamientos diarios, de los que un buen número son negativos y que determinan nuestro día a día. Nuestra capacidad de gestionarlos va a determinar nuestra vida, ya que podemos aprender a relativizar los problemas que tenemos. No olvidemos que, en el primer mundo, el 95% no son realmente problemas, son circunstancias cotidianas».
Al año siguiente fue un paso más allá: el Ultraman de Canadá (con un recorrido equivalente a dos Ironman) que solo se atrevieron a intentar 29 personas de todo el mundo. Tras querer rendirse varias veces decidió seguir adelante a pesar de todo y consiguió terminar. Las personas debemos confiar ciegamente en nosotros mismos, porque podemos conseguir cosas increíbles. Y aunque no siempre vamos a lograr todo lo que nos propongamos, no debemos rendirnos, sino persistir.
Posteriormente llegó un gran aprendizaje para Carlos, el Epic5 en Hawái, que supuso su primer abandono y le sirvió para entender que, en la vida, las cosas no siempre salen como pensamos. Sin embargo, lo que nos define como personas no es que fallemos, sino cómo actuamos cuando lo hacemos. Debemos asumir el fallo como parte del aprendizaje, nunca debemos arrepentirnos de lo que intentamos y no nos salió bien.
A partir de aquí comenzó a buscar un verdadero propósito a sus locuras y encontró la manera de hacerlo captando con ellas recursos para destinarlos a proyectos solidarios en Burkina Faso, el tercer país más pobre del mundo.
Desde entonces, y a raíz de la experiencia más transformadora de su vida, ha desarrollado toda su labor social en África, enseñándole el valor de la austeridad. Esto es, valorar lo que tenemos y no depender de cosas materiales que no necesitamos. No debemos gastar tiempo haciendo cosas que no nos gustan para comprar cosas que no necesitamos. También aprendió el valor del acto pequeño. El gran cambio en el mundo es la suma de muchísimos actos aparentemente insignificantes.
En la visita de Carlos nos dimos cuenta de que, detrás de un gran sueño, siempre hay un gran esfuerzo. Carlos ha renunciado a muchas cosas, ha sufrido numerosos percances, pero no los cambia por nada, ya que todas sus aventuras y su labor social han despertado en él un infinito amor por la vida.
Carlos se despidió con un magnífico consejo:
«Sed valientes, deshaceos de todo lo que os limita e intentad dirigir vuestra vida, que es un absoluto regalo. Os invito a que, a partir de hoy, comencéis a construir la vida que queréis vivir».
Muchas gracias, Carlos por todo lo que nos aportaste. Ojalá, como tú, nunca cedamos a la pereza, no le pongamos excusas a la vida y encontremos una gran motivación para cambiar el mundo y ser unos auténticos Héroes®.
Héctor Trinidad
Colegio Mayor Santillana
@HectorTrinidadQ
Carlos Llano
«Da el salto»
De oficinista a finisher
23 de marzo de 2023
Sesión a las 21 h
COLEGIO MAYOR SANTILLANA
C/MARBELLA 60, 28034, MADRID
Programa de excelencia personal HÉROE ®