ESPAÑA, a pesar de los políticos
CHARLA DEL PROGRAMA DE EXCELENCIA PERSONAL DEL COLEGIO MAYOR SANTILLANA.
Vive una experiencia universitaria plena en nuestro colegio mayor en Madrid.
El pasado jueves 20 de febrero recibimos en el Colegio Mayor Santillana a Antonio Miguel Carmona, político madrileño con dilatada experiencia en múltiples disciplinas sobre las que solo pudimos hablar de pasada porque no vino a hacer gala de su brillante carrera sino a compartir una breve pero rica síntesis de su visión sobre el panorama político español.
En concreto vino a compartir su defensa de algo que existe desde el siglo III d.C., con la diócesis de Diocleciano, pero que actualmente corre peligro. Se refiere claramente a la unidad de España. Ante todo, nos pide disculpas por darnos este pronóstico que a más de uno le quita el sueño, pero es algo sobre lo que tenemos que estar alerta —nos dice—.
Quiere que seamos conscientes porque cree que la formación es la única vía para acabar con los dolores que afligen al país desde hace años. Estos dolores, que pueden acabar por destruirlo, son causados por personas que no tienen ni competencia intelectual ni competencia política. «Su mayor error —dice— es ceder más competencias a las autonomías». Esta sucesión de acontecimientos políticos llega a su peor puerto, en su opinión, cuando el gobierno central se sentó a negociar de tú a tú con el Govern de Cataluña, y cuando cedió la Seguridad Social a Euskadi (hace un par de días), pues esta es la institución que más cohesión crea a nivel nacional.
Fotografía: Gonzalo Rodríguez
«Ahora bien, todas estas medidas, ¿no las ha llevado a cabo el partido en el que él milita?», se preguntó buena parte del público; aunque antes de que alguien lo preguntase él mismo lo confirmó. A pesar de ello sigue siendo socialdemócrata y para él la unidad de la nación está por encima de todo principio político o económico. De hecho, no repara en criticar no solo a su propio partido sino a todo símbolo político, ya sea la izquierda o la derecha. A cada uno le reprocha una cosa: por un lado, a la derecha le recuerda que «no hay nada más patriótico que hacer la declaración de la renta» y a la izquierda, que se deja envilecer por los nacionalismos periféricos.
«Somos un país trascendente».
Una etiqueta política con la que se siente a gusto es la de jacobino. Se autodenomina así porque dice ser centralista. Al igual que él, nos recuerda, que también lo fueron Pío Baroja, Gregorio Marañón y Unamuno, aunque este último llegó a ser muchas cosas. Y lo es porque, como decían ellos, «somos un país trascendente».
También nos recuerda el importante papel que ha jugado la burguesía en estos sucesos. Esta, al igual que la burguesía de otras regiones españolas, defendió el proteccionismo para poder desarrollar su industria durante la revolución industrial. Actualmente, para defender sus intereses frente a la burguesía española, busca la autonomía. Este cambio de paradigma evidencia sin duda que su estrategia política está supeditada a sus intereses económicos.
Frente a este ataque no lanza un mensaje belicista sino uno caracterizado por la moderación. Nos dice que no hay que defender la unidad de forma equivocada, escudándonos solamente en la Constitución sino construyendo un proyecto común en el que todo hombre y mujer se vea implicado al recibir los mismos derechos y deberes independientemente de su condición. Este camino, nos dice, lo marca Francia.
Por último, se despide respondiendo a la pregunta de Héctor diciéndole que, tras la vasta carrera a sus espaldas, lo que más valora es «ayudar a los demás, Vivir para servir».
Autor: Pablo Cortina
Veterano del Colegio Mayor
¿Por qué España se niega a si misma?
Un relato de soluciones y disoluciones
Profesor de Economía y político.
También participa como analista de distintos programas de debate político en radio y televisión.
📆 20 de febrero
🕒 Cena: 20:20h Tertulia: 21h
🏡 C/Marbella 60, 28034, Madrid