Álvaro González Alorda

¿Hasta dónde llegarías con un mentor?

Un hombre que no tenía ni para un pincho de tortilla y rechaza una gran oferta para dirigir una red hotelera sin tener una alternativa, una persona capaz de hacer que un hombre se reconcilie con la mujer de la cual se había divorciado y que puedan traer una nueva vida al mundo, un hombre que da charlas de transformación mientras afirma que estás no transforman a la gente, si no que son los actos los que lo hacen.

Estas y otras muchas anécdotas fueron las que nos contó Álvaro González-Alorda el día 17 de septiembre de 2020 en el Colegio Mayor Santillana en lo que fue el inicio de el programa de desarrollo personal Héroe que, como no podía ser de otra forma, fue impartido por una persona que después de conocer su historia podemos catalogar como un héroe de a pie.

Pero su camino como tal no comenzó con sus éxitos laborales, lleva siendo un héroe desde joven. Desde el día que pidió un crédito para ir a la universidad de Navarra para cumplir su sueño de ser un narrador de historias, un viajero y un constante conocedor de personas. Por eso mismo Álvaro eligió la carrera de comunicación, no trabaja de ello, pero gracias al mentoring puede hacer exactamente eso que soñaba hacer como reportero de guerra. Viaja, cuenta historias, y cambia vidas. 

Nos relató vidas como la de Alberto, un hombre que después de una de sus ponencias se ofreció a llevarlo al aeropuerto como señal de agradecimiento. ¿Cuánto pudo durar ese viaje? Dudo que mas de 20 minutos, pero en ese tiempo a Álvaro le dio tiempo a darse cuenta de que Alberto necesitaba su ayuda, había algo que le destrozaba por dentro.

Autor de la foto: Miguel Cardenal

Alberto parecía que tenía todo lo que uno busca: éxito laboral, mucho dinero, una mujer y un hijo. El problema ocurrió un año antes cuando se divorció de esta mujer a la que aún amaba y como consecuencia ya no veía a su hijo más de una vez al mes.

Álvaro le contó las tres palancas que mueven el corazón de una persona:

  • Una aventura que vivir; en el caso de Alberto la mejor fue con su familia.
  • Una batalla que pelear; la de recuperar aquello que ama.
  • Un corazón que conquistar; o en su caso que reconquistar.

Fue un viaje para los dos; uno llegó a su destino, el aeropuerto. Por parte de Alberto el viaje no fue físico si no un trayecto que le permitió viajar por sus recuerdos y darse cuenta de que es lo más importante.

No volvió a saber nada de Alberto hasta dos meses después cuando volvió a la ciudad para otra ponencia. Insistió en ir a recogerlo otra vez al aeropuerto, la sorpresa era que esta vez Alberto no fue solo, con él iba el pequeño Santiago, su hijo. Prácticamente al subir al coche le contó que el día que habló con él por primera vez, fue a la Iglesia para pedir ayuda en la conversación más importante de su vida, y fue a hablar con su mujer. Dos meses después estaban esperando un nuevo hijo. Álvaro, cuando vio publicada una foto del pequeño Santiago con el nuevo miembro de la familia, lleno de un gozo enorme su corazón.

“Una conversación insospechada puede ser transformadora y llegar a crear vidas. Una vida con ojitos en la cara y que te mira”

Sin embargo, la vida de Álvaro no ha sido siempre tan fácil y exitosa. Después de terminar su carrera en la universidad de Navarra, empezó a trabajar en un empresa que se dedicaba a vislumbrar y desarrollar los primeros proyectos de la era de internet. Tenían mucho dinero para invertir, pero a los 3 años una empresa aún más grande la compro y despidió a 4.000 trabajadores, él no fue una excepción.
Y ahí llegó su primer sentimiento de “humillación” ver como todos sus amigos trabajaban y él no.

Pasaron meses y meses, llegó a sentir la desesperación porque en algún momento su teléfono mostrara la notificación de un mail o un llamada de alguien a quién le hubiese gustado su currículum. Pero ese momento no llegaba, y la desesperación se acrecentaba.

Cuando menos lo esperaba, le llegó un oferta un poco envenenada, ofrecían mucho dinero, pero tenía que vivir en un hotel, alejarse de tu familia e irse a otra ciudad, concretamente a Tenerife. Su familia se lo desaconsejó y rechazó la que hasta entonces fue su única posibilidad de salir del pozo.

“Mi idea no salió adelante hasta que por fin pudo lanzarse por todo lo alto, creció mucho en el proceso”.

Horas después de rechazarla, le respondieron a un mail que envió seis meses atrás. El email que Álvaro mandó, iba dirigido a uno de los mejores profesores de empresa de negocio mundial y en este exponía una revolucionaria idea de negocio que no compartió en la sesión. La respuesta de este profesor le decía que la idea que le había propuesto no solo era buena, sino que era maravillosa, y servía para todos los ámbitos de empresa no solo para el sector hotelero que era para el que lo había desarrollado. En esos seis meses que estuvo esperando la desarrolló aún más. “Mi idea no salió adelante hasta que por fin pudo lanzarse por todo lo alto, creció mucho en el proceso”.

Ya se había acabado su transito por los desiertos, pero a él no le servía con tener un trabajo. “Leía y estudiaba por vergüenza de reunirme con gente con veinte años más experiencia que yo”

«Me he encontrado mucha gente rota, incluso gente cristiana que pierde la esperanza y se entrega al hedonismo”. 

De ahí llegaron los éxitos que le permitieron escribir los tres libros que hasta hoy tiene publicados y que le ha motivado a querer continuar. Escribe con la esperanza como mensaje principal con el objetivo de ayudar a la gente. «Me he encontrado mucha gente rota, incluso gente cristiana que pierde la esperanza y se entrega al hedonismo”. 

A pesar de su gran éxito personal invitó a los presentes en la charla a no dejarse llevar por los logros. En su mayor momento de esplendor profesional, con gente que le reconocía por la calle, cobrando mucho dinero, y yendo a sitios muy caros una serie de tragedias familiares le recordaron que lo más importante es tener siempre los pies en la tierra. “Estas experiencias en combinación con el éxito te ayudan a calibrar dónde estás y quién eres”.

No quiso cerrar su ponencia sin animar a los residentes del colegio mayor a que aprovecharan la experiencia. Las dos cosas que le han definido como persona han sido:

  1. Lee mucho.
  2. Conversar con gente interesante.

La conversación con Álvaro no pudo ser más enriquecedora y gracias a ponentes como él, y charlas como la suya, en Santillana el camino de todos los colegiales para ser Héroes nos será mucho más sencillo de alcanzar.

 

JORGE BELMONTE
Veterano del Colegio Mayor
Estudiante de periodismo

Socio Director de Emergap
Consultoría de transformación 
Autor del libro: Cabeza, corazón y manos

📆  17 de septiembre
Cena 20:20 h.
Tertulia: 21:00 h.

COLEGIO MAYOR SANTILLANA
C/MARBELLA 60, 28034, MADRID

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